BUENOS AIRES.- Cinco días después de su muerte, el destino de los restos del ex dictador militar Jorge Rafael Videla (1976-1981) sigue siendo una incógnita y no se conoce públicamente si ha sido inhumado o no, mientras los deudos guardan silencio.
La agencia DyN se comunicó con los dos cementerios de Mercedes, la ciudad natal del fallecido dictador, y tanto en el privado Cementerio Parque como en la necrópolis municipal informaron que no existía ningún pedido de entierro."De todos modos, la familia tiene dos bóvedas privadas y por eso no está obligada a avisar previamente. Basta con que llame media hora antes a la administración y al llegar pague la tasa municipal", dijo un funcionario de la necrópolis.
En las puertas del cementerio público persistía una guardia periodística de fotógrafos y camarógrafos, deseosos por tomar imágenes ante el eventual ingreso del cortejo fúnebre.
Asimismo, en el estudio jurídico Casabal Elía, que representó a Videla en varios procesos judiciales, informaron que el abogado Adolfo Casabal Elía "no quiere tener contactos con periodistas". El martes, el letrado hizo público que la Justicia había autorizado la entrega del cuerpo, sometido a una autopsia en el Cuerpo Médico Forense, y que la familia no iba a pedir nuevas pericias. Pero no se informó si el cadáver ya fue retirado de allí o no, acaso en un intento de la familia por evitar muestras de repudio social. En Mercedes estaba convocada, para el cierre de esta edición, una concentración de protesta a la hipotética inhumación allí de Videla, junto a la placa conmemorativa de los mercedinos desaparecidos y asesinados por la dictadura.
Videla murió el viernes en su celda del pabellón de condenados por delitos de lesa Humanidad, en el penal de Marcos Paz, donde cumplía condena a reclusión perpetua. (DyN)